JASON EL PRÍNCIPE DE LOS VAGOS
El nombre, es Jason Houston. ¿Y qué hago aquí? ¿Sentado en el suelo, afuera del bar, entre mi propia orina, miseria, y el hedor de hace semanas por falta de una ducha? No siempre fue así, tratar de ahogarme en alcohol, buscar una salida. Recuerdo que cuando era un niño, reía sobre la posibilidad de que yo terminara como un ebrio malgastando su dinero, y ahora, río de mi estúpida ingenuidad. - Jas … no eres un mal sujeto. Interrumpió Gloria una vez más mis pensamientos, entre el delirio venidero que la acompañaba desde mi cabeza. -¡Déjame en paz! ¡Fantasma del demonio! La mujer que pasó justo frente a mí, con una presencia más real que mi difunta esposa, se sintió indignada por mi irreverente falta de respeto, y siguió su camino susurrando un par de palabras indignas de una dama, pero leves; borracho idiota … fue lo único que escuche antes de perderle de vista. Me llaman el príncipe de los vagos, porque decidí que ya no valía la pena pelear por nada.